Esta es mi imagen favorita de todos estos años de residente y más que vendrán. Te pillé un día desprevenida, rotulador en ristre (posteriormente me echaste una de seas riñas tuyas, que saben bien, por haberte hecho la foto).
A Espe no le mando ánimos porque sé que le sobran, que los reparte. Un abrazo sí.
En realidad escribo hoy para decir que a la vuelta necesitaré unas cuantas collejas, un montón de tirones de manga de la bata para poder trabajar cada mañana, mientras una voz aún con inconfundible acento gallego me dice nosequé y me hace sentir un poco como en casa dentro e ese enorme monstruo-hospital. Eso sólo lo sabe hacer Espe, así que ponte bien pronto por favor.
Quien hable con ella que le transmita el abrazo.
Y que le dejo una canción, aunque la de hoy sea un poco cursi.
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