miércoles, 30 de abril de 2008

FROM A THANKFUL SHAMAN





  Como decían The Doors "My only friend, the end...no safety and surprise, the end". Tan sólo es eso, que se ha terminado mi estancia aquí. El último Bluexpress, el último café gourmet, las últimas charlas con Mark, los últimos cuidados de Sherli, los últimos consejos de Kamran y las últimas enseñanzas de Shawn. 
  Laboralmente el resumen es que ha sido una experiencia literalmente única. Creo haber aprendido mucho, y para muchos que me lo han repetido, con uno de los mejores entrenadores en esto, para mí el mejor porque ahora es mi mentor.  Muchos procedimientos, muchos contactos... ha estado bien sí. Pero sobre todo me he topado sin esperarlo con un equipo humano estupendo, altamente preocupado por la formación, riguroso cuando hay que trabajar y más amable de lo que he merecido. En un país dominado sanitariamente por la medicina privada en muchos casos lucrativa, los hospitales 100% docentes como el HCMC necesitan de gente como ésta, médicos de lujo que sacrifican tiempo y dinero (mucho tiempo y mucho dinero) por enseñar. En esto incluyo a la enfermería y los administrativos, claro. Hoy, a la vuelta, ya se les echa de menos.
  El mayor descubrimiento ha sido poder averiguar de primera mano que tengo una familia increíble aquí, una extraña variante de los Pérez, los Drolia, que me han cuidado día y noche, a los que he tenido a mi disposición más tiempo del que se podían permitir. Ha sido como estar en una sucursal de casa, nunca me he sentido extraño (salvo por el café). Todo lo que he aprendido es 95% gracias a ellos, ¡aunque por eso de ser familia supongo que no me pasaréis factura!  Espero veros muy pronto, y si es de nuevo allí, desde luego en verano, je, je.
  Para terminar, una foto de familia, de mi despedida de Shawn, un tipo estupendo y del cartel de "farewell" de Sherli, mi hada madrina minnesotana.
  Las canción de hoy tienen que ser dos. En primer lugar, una que tenía preparada para la vuelta y que me vino a la cabeza a mitad de mi estancia, cuando alguien allí me dijo que intentara quedarme, dedicada a los que me han seguido en este blog. Por último, la que al parecer es canción-versión favorita de Matthew (algo más ñoña), dedicada a todos los que me han ayudado tanto estos meses (muchos nombres), los que han cuidado de La Madre de Mateo y muy particularmente es una canción dedicada a los Drolia. Palabra final: GRACIAS.

martes, 29 de abril de 2008

LAST MLPC CONFERENCE




  Se acerca el día de la vuelta. Persiste el trabajo, el frío y la nieve. Creo que me despediré con una última minisonda, ya veremos. Con la de hoy se terminan las reuniones de discusión de casos del "Liver and Pancreas Center" (Shawn pretendía que presentara yo uno, pero ha sido benévolo). 
  Por otro lado queda empezar a hacer la imposible maleta, confirmar vuelos, buscar regalos de despedida, etc... Prefiero el hospital.
  La primera mañana-madrugada que afronte el Downtown (niebla, nieve y rascacielos a media luz) me pareció sobrecogedor. He de reconocer que palidecí desde uno de los primeros asientos del Bluexpress, que sólo quería volver. Ahora disfruto viendo amanecer en las cristaleras y las innumerables iglesias, entre el vapor de los generadores que calientan los "skyway", el frío más que importunar despierta y conozco cada calle y edificio (ya no me pierdo ni queriendo). La gran Minneapolis es ante todo acogedora. Os dejo un vídeo sobre lo que he visto cada mañana.


  Las fotos, de mi último "brunch" americano de fin de semana, de una pelea de robots dirigidos por"nerds" (los empollones de las pelis) y del gordo gato de Becky zampando los restos de la papilla de Maia.
  Cómo no, os dejo una cancioncilla que en alguna parte habla de lo poco que nos fijamos (por andar tan ocupados) en la coreografía de los semáforos, la gente caminando, la armonía de las máquinas, etc... Cosas de tigres al parecer.



sábado, 26 de abril de 2008

NICE AND WORMY



  En el "disfrute" de los últimos días os saludo. No más viernes por el Midwest de momento.
  Ésta ha sido una semana de continuidad, más entrenamiento y despejando más dudas. Un buen final de la misma ha sido hoy, en que he participado en un intento de rendezvous por EUS (les mola) que ha acabado en una alternativa muy interesante (un nombre raro y largo), sólo descrita otra vez hace cuatro años, así que a ver si me hago con el vídeo. Cuando he salido del hospital, estaban tocando los "Cold Play" en el Metrodome, pegadito al hospital; lástima de entradas y de falta de tiempo. Por otro lado estoy cansado. Nada que no cure un buen chuletón.
  El tiempo vuelve a tocar las narices con lluvias torrenciales que hacen emerger a los gusanos gigantes de entre el césped y poblar las carreteras. Esta noche se prevé que nieve.
  En apenas seis días dejaré el GI-Lab y a sus personajes, así que he empezado a hacerme fotos de despedida con el personal para que el pack de productos Wii sea mayor. Ahora que aparte de compañeros empezamos a ser coleguillas y a conocernos bien, toca abandonar, pero es lo que hay. Por cierto que he tenido una charla con Tim (mi instructor de cápsula) sobre la pesca en los 10.000 lagos que me ha puesto los dientes largos.
  El indio llega agotado de Cincinnati cada fin de semana y con tarea. Va a darle algo. Maia recuperada y la Pérez (hoy de "happy hour") ha preparado un pollo con salsa de almendras de diez y me ha prestado un paraguas plegable para ir al HCMC que siento mucho no poder usar por su alta densidad de floripondios (soy un respetable doctor europeo).
  
  Os dejo una foto de un enorme y simpático anélido (Lumbricus terrestris) intentando asaltar nuestro garaje y de, una vez más, otro tipo de "odor killer" para la endoscopia farragosa o los aseos mal ventilados.
  
  La canción, porque no todo el mundo tiene un día perfecto, ni hay días perfectos al 100%, pero hay que intentar subir el porcentaje.


  Empieza mi último "american weekend". Que el vuestro sea mejor que bueno.