Dentro de la monotonía de horarios que se impone de lunes a viernes, esta semana hemos cometido un par de agradables transgresiones nocturnas. Para distraer un poco las ferias laborables, el miércoles por la noche fui invitado a la tradicional y periódica timba de póker de Anú y amigos en casa de Dan, recién mudado y en la que la nevera se reduce a ser un refrigerador de cervezas y en la despensa tan sólo habitan huérfanos liofilizados, pasta y latillas, por lo que ya habréis adivinado su condición soltero, en estos momentos viviendo con otro masculino compañero realquilado (y que trabaja en el Mystic Lake Casino, a ver si nos cuela). La partida en cuestión era de la variante "Texas Poker" o descubierto, la más extendida aquí y que llama a la apuesta continua. Como llevan un tiempo reuniéndose para estas partidas, se han provisto de todo tipo de complementos: tablero de juego con posabotellas de cerveza y un maletín metálico tipo "aquí llevo mi rifle de francotirador" repleto de fichas profesionales. El juego duró apenas un par de horas, mucha cháchara y un poco de lío mental para aprender las reglas. Al menos ha sido una clase de inglés coloquial.
El viernes por la noche, otra excepción de horario para oxigenar un poco. A la salida del HCMC un hindi me recoge y nos vamos a una típica taberna "Brit" a bucear por el rico cereal fermentado y de paso aprender un poco, espoleado por los posteos y enlaces de Bambino en su blog (estupenda la caña de London Pride, si señor). Mientras hacíamos tiempo para el evento de la noche visitamos un clásico local "chic" de Minneapolis, el Bellanotte: camarero y barra para nosotros solos, un martini a conciencia y entre otros "apetizers" (los llamo así porque ellos a las tapas las llaman "tapas", así que pa´compensar) unas enormes vieiras a la plancha con un toque "cajun" (cocina rústica de Lousiana rica en especias con un toque picante, traída por los franceses deportados desde la canadiense Acadia por los inglesitos imperialistas en el siglo XVIII ) que me sorprendieron.
Después de un par de compras turísticas, un paseo por el "Warehouse District", barrio a orillas del Missisipi renacido de los edificios antiguamente utilizados para el almacenamiento y comercio de productos manufacturados ("wares") que se transportaban por el río. Hoy en día, un moderno distrito plagado de "lofts" de diseño, apartamentos de lujo y demás locales "hip", aprovechando las ruinas de esos almacenes.
Entre ellos, nuestro objetivo: "Acme Comedy Co." un local de "stand com" o comedia de pie, lo que llamamos monologuistas. Allí la noche nos deparó una fenomenal actuación de David Feldman, comediante de cuarentaytantos, humor decadente, típico californiano y ganador de tres Emmy´s por sus guiones para todo tipo de series y shows. Los dos cómicos teloneros estuvieron a la altura, especialmente el segundo, de un estilo "Apretacocretas" (los iniciados y emeritenses entenderán la comparación) que va a estrenar en breve programa propio en una cadena nacional que no recuerdo.
No sé que más me hubiera aportado el vivir el ambiente nocturno de las "zonas guapas" del Downtown, pero el caso es que estaba agotado y nos batimos en retirada para aprovechar el sábado descansados.
Unas fotos de la escapada: la fachada de una sala de conciertos famosa por aquí, decorada con los nombres de los que han ido pasando, otra bonita instantánea de un mingitorio del Bellanotte con pantalla LCD para por si acaso te lleva un tiempo la cosa, y una última del exterior de uno de los edificios del Warehouse District, cochambroso por fuera, a la última por dentro.
La canción, para facilitar el lavado del disco duro durante el fin de semana. Nos lo merecemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario